HEMOS CRECIDO Y LO SEGUIMOS HACIENDO PERO NOS RESISTIMOS A ENVEJECER CON INDIGNIDAD.
Nos hemos divorciado del mal gusto para toda la vida y hasta que la muerte nos siga separando.
Nuestros conceptos gráficos se han reproducido sin controles de natalidad porque nunca trabajamos una marca de anticonceptivos.
El paso del tiempo nos ha traído algo de miopía pero esto no es un impedimento para que veamos las cosas como son y como deben de ser. Usamos lentes de marca.
Con menos estado físico que antes, seguimos divirtiéndonos con el diseño y la comunicación como cuando éramos jóvenes y bonitos. La vida nos ha demostrado que la creatividad no se añeja. Decanta y encanta.
La experiencia nos ha vuelto más sabios y más diablos. Hemos aprendido a mentir mejor, somos más contestones y contestatarios que antes, no hemos cambiado nuestra forma de vestir, sólo los peinados que ahora no tienen tanto pelo.
La cirugía estética nos importa un pito – para eso está el photoshop –.